Cosas bien hechas.

Colorindio surge de la necesidad de conocer y trabajar con manos maestras, de adentrarse en un mundo mágico lleno de color con una cosa en mente el aprendizaje de este maravilloso país. Hoy trabaja con artes tradicionales y le interesa preservar las técnicas y diseños para compartir con otros la importancia de la historia que estos guardan.

Diseña productos para la decoración del hogar, donde existe un respeto e intercambio de saberes con el artesano brindando oportunidades en nuevos mercados.

Los artesanos son los maestros del tejido; es la historia de su comunidad la que está escrita en el textil, les pertenece. Colorindio busca aquello que los define e identifica, nuestra intervención está en el color y en la manera de ser usado.

Cuenta con un pequeño showroom en el que los gastos de operación son bajos, manteniendo el proyecto a una escala sustentable donde siempre existe la capacidad de anticipar y pagar todo lo que se produce. Esta responsabilidad social es el mayor logro de Colorindio ya que tanto la marca como los artesanos han aprendido juntos a ser empresarios pero a una escala humana donde también ha sido importante la amistad.